Al igual que comenté en el artículo sobre por qué era preferible escribir una novela corta, con esta entrada no pretendo decirte qué es lo que tienes que hacer, sino orientarte, según mi experiencia como editor, sobre por qué escribir una saga no es una buena opción cuando estamos comenzando en el mundo literario, para que así ayudarte a que puedas llegar a publicar tu primera obra de la mejor manera posible.

Hoy en día es habitual encontrarse muchos escritores que, movidos por el éxito de grandes sagas literarias, se plantean dar sus primeros pasos en el mundo literario con su propia saga de libros. Es cierto que una saga de éxito puede ser todo un «regalo» para una editorial, pero cuando somos noveles debemos ser realistas, y una saga de libros tiene más inconvenientes que ventajas, tanto para la editorial, como para el autor. 

Para la editorial publicar una saga significa adquirir un compromiso, tanto con el autor, como, sobre todo, con sus lectores. Si, por ejemplo, publicas el primer volumen de una trilogía, los lectores de ese primer libro, ya sean muchos o pocos, esperarán  que edites la continuación. Si las ventas del primer libro van mal la editorial tiene dos opciones: o no editar las siguientes partes, generando malestar en los lectores que compraran y leyeran ese primer libro, generando una desconfianza en los mismos que puede llevarles a no adquirir más títulos de dicha editorial, o decidir editarla (ya sea porque lo tiene estipulado por contrato o para no dejar «colgados» a los lectores) sabiendo que si el primer libro no se vendió bien, el segundo, con casi total seguridad, lo hará peor.

Porque sí, esa es otra de las desventajas de una saga para una editorial: el siguiente volumen se venderá menos que el anterior. Piénsalo bien, cuando lanzas una saga hay un número determinado de personas que adquieren el libro, pero cuando editas el segundo, algunas de esos primeros lectores puede que no adquieran el siguiente volumen porque el primero no les convenció, otros puede que no lo compren por simple dejadez, etc… Lo normal es que el primer volumen venda más que el segundo y este más que el tercero, etc… Esto, con autores consagrados que venden decenas de miles de libros, no es ningún problema…con un autor novel si.

Por estos dos motivos, aunque podamos creer lo contrario, una editorial, cuando se plantea editar a un autor novel (y sobre todo si es una editorial pequeña) prefiere una obra autoconclusiva, de la que solo deben de «preocuparse» de editar un solo volumen y, si no funciona como esperan, no tendrán que complicarse, arriesgar mas dinero o molestar a sus lectores.

Pero, como decía al principio, para el autor escribir una saga también conlleva ciertas dificultades y problemas que es conveniente evitar cuando se está empezando.

En primer lugar, al igual que decíamos que editar una saga significaba adquirir un compromiso con los lectores por parte de la editorial, comenzar a escribir una saga es también un compromiso del autor con esos lectores. Como escritor deberás proporcionarles una historia completa, no puedes dejarlos a medias, si lo haces, crearías el mismo sentimiento de frustración y rechazo que la editorial dejando a medio publicar la saga. 

Un problema común que he encontrado en bastantes autores con los que he trabajado es que en muchas ocasiones piensan en escribir una saga, en el número de volúmenes que la comprondrán, etc, antes siquiera de pensar en la historia que quieren contar. Esto es un punto clave, que me gusta recalcar en todos los talleres de escritura que imparto: piensa en historias, no en libros. Cuando tengas clara la historia que quieres contar de principio a fin, y cuando hayas comenzado a plasmarla en el papel, entonces es cuando debes valorar si no es posible contarla en un solo volumen. Me encuentro a menudo a escritores que dedican tres libros a contar una historia que, perfectamente, podría relatarse en uno solo, por el simple hecho de pensar que cuantos más libros, más compleja e interesante será la historia. Normalmente, lo que suele ocurrir es que una historia que podía ser apasionante en un solo libro, se vuelve aburrida y soporífera al dividirla y alargarla en tres.

Otra desventaja de escribir una saga es el tiempo. Cuando eres un autor novel no puedes hacer esperar a tus lectores una eternidad para la siguiente parte de tu obra. J.K. Rowling o  R.R. Martin pueden darse ese lujo, tú, de momento, no. Por eso, por el compromiso del que hablábamos antes, como autor novel no es recomendable «mover», editar, o autoeditar, tu obra si no la tienes acabada. Sobre todo porque, cuando comenzamos a escribir  un proyecto de gran envergadura como puede ser una saga, la desmotivación puede presentarse como un feroz enemigo. Mientras que acabar un libro es algo que podemos «forzarnos»  a hacer, «obligarnos» a acabar tres obras que no nos motivan pueden convertirse en un infierno, y llevarnos a abandonarlas.

Por eso mi recomendación es que comiences a escribir obras autoconclusivas (y como ya vimos en este artículo, si son breves, mucho mejor), y si, pese a todo, quieres lanzarte a escribir una saga, intenta que cada libro sea lo más cerrado e independiente que puedas del resto, así tendrás más opciones de editarlo.